
Alejado de esa efervescencia que provocan 14 partidos oficiales sin derrota (nueve triunfos y cinco empates), entre Liga y Copa, Eduardo de la Torre todavía detecta algunas falencias que el Cruz Azul deberá corregir a partir de esta tarde, cuando sea anfitrión del Pachuca, en la reanudación del Clausura 2016.
Las pupilas del director deportivo de La Máquina se dilatan al observar el desempeño de un equipo que seduce a su castigado pueblo, pero está convencido de que no se ha alcanzado el techo futbolístico del plantel dirigido por Tomás Boy.
“En cuanto a resultados y la consistencia, la forma de jugar, todavía estamos en el proceso de llegar a la mejor versión”, diagnostica el ‘Yayo’, entrevistado vía telefónica. “Eso sí, el equipo ha crecido muchísimo y logrado complacer las expectativas en cuanto al espíritu, la forma de entregarse y lo que transmite a la gente. En esa parte, sí hemos cumplido con el objetivo hasta esta altura del campeonato, pero el equipo aún puede dar mucho más… Y tiene que darlo”.
“Han habido segundos tiempos, como los del Puebla y el Atlas, con los que se ha demostrado que hay mucho margen para progresar y jugar mejor”.
Porque la aspiración principal es terminar con una sequía de campeonatos ligueros que ya rebasa la mayoría de edad.
Si no sucede una catástrofe durante los últimos seis partidos de la fase regular, los Cementeros volverán a la Liguilla después de tres torneos sin clasificar, pero su linaje le demanda no conformarse con avanzar a las rondas decisivas.
Es por eso que De la Torre comparte que la afición se emocione con ver a una Máquina remasterizada, pero “no nada más es una ilusión… Es una necesidad para aspirar al objetivo mayor. El campeonato está tan fuerte y competido que debes llegar [a la fase final] con todas las armas que tienes al alcance, y ahorita a Cruz Azul, todavía le falta explotar algunas”.
Llegó la hora de hacerlo, sobre todo, porque el ‘Jefe’ no tendrá disponibles a sus dos mejores anotadores en este torneo: Jorge Benítez y Christian Giménez. El paraguayo (siete celebraciones) sufre una contractura en el muslo izquierdo, mientras que el ‘Chaco’ (cinco goles) está recién operado del pómulo izquierdo y tardará en reaparecer —al menos— un mes.
Así es que la pausa obligada por la fecha FIFA resultó benéfica para el club, según el directivo.
“A cualquier equipo le viene bien, si aprovecha el tiempo, mantiene el ritmo, no se desconcentra, no pierde el foco… Le vino bien”, sentencia. “Fue una semana en la que se cargaron baterías”.
“No le tuvimos miedo al parón, ni tampoco tiene que ser excusa para lo que resta del campeonato, en cuanto a resultados”.
Inicia la parte más importante del semestre, por lo que perder ritmo no es un escenario contemplado.
Los Cementeros habitan los primeros sitios de la clasificación y son semifinalistas en la Copa, pero no basta, por lo que insiste en que se debe mejorar.
“El equipo aprovechó para trabajar la parte táctica, lo que a Tomás le hacía falta, lo que pensaba que era el área donde podía influir más”, detalla el director deportivo celeste. “Hemos estado mucho en Copa, Liga… El equipo había tenido carencia, en cuanto a tiempo, para hacer los entrenamientos”.
Falencia resuelta, por ahora. Habrá que ver las demás.
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