
La atleta mexicana María Guadalupe González dejó entrever su posible retiro debido a las lesiones, minutos después de haberle dado a su país la medalla de plata en su debut olímpico de la marcha de 20 kilómetros en los Juegos de Río.
González quedó el viernes a dos segundos de ganar la medalla de oro en la prueba donde se impuso la china Hong Liu.
«No sé si continúe, ya traigo lesiones (lumbares) que me molestan todos los días. No sé qué sigue mañana, tengo que hacer una valoración médica para ver si puedo seguir en este nivel», dijo González a periodistas.
«Un amigo me decía que el dolor es momentáneo, pero la satisfacción es para toda la vida, día con día trabajo y el resultado ahí está», agregó.
La atleta de 27 años es la primera mujer que da a su país una medalla en la marcha. México no ganaba preseas en la disciplina desde que Joel Sánchez alcanzó el bronce en los 50 kilómetros y que Noé Hernández logró la plata en los 20 kilómetros de Sídney 2000.
«Un día como hoy es 90 por ciento mental y 10 por ciento físico. La mente puede hacer muchas cosas, en algunos momentos me sentía encajonada, como conejito, en algún momento sentí que estaba complicado (terminar), pero recuerdas todo lo que trabajaste y no te da miedo intentarlo una vez más», añadió González, quien es oficial teniente de corbeta en la Marina.
Antes de dedicarse a la marcha, González practicó boxeo y probó suerte en los 400 metros, pero terminó en la marcha como método de rehabilitación por recomendación médica tras una lesión en la rodilla.
González logró la plata un año después de quedarse con el oro en los Juegos Panamericanos de Toronto, competencia en la que se desvaneció tras cruzar la meta en 1:29.24 horas.
«Pelear 20 kilómetros para mí fue una gran satisfacción, estoy consciente de que no traía más para alcanzar a la china, pero tenía que sacar la casta para seguir adelante, si no lo intentaba me iba a sentir mal conmigo misma», apuntó.
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